Salud Integral

El valor humano de la salud presupone y expresa otro más radical, el de la vida y su sentido. En consecuencia, valorar la salud es signo de respeto a la vida.

La salud es un bien de la persona, que está llamada a gozar de ella; a saberla preservar; y a servirse de las técnicas para recuperarla, dentro de los límites humanamente posibles, en caso de enfermedad, aspecto que forma parte de nuestra condición humana.

Con nuestra misión manifestamos la estima y defensa de ese valor y el compromiso de dar respuesta al derecho de atención que tienen las personas con enfermedades y necesidades.

Nuestro paradigma de la salud, integrando las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud, abarca una consideración existencial que incluye todas las dimensiones de la persona según el humanismo de inspiración cristiana y procura su armonía.

Esta perspectiva orienta y vertebra nuestra actividad y propone, como finalidad de nuestro proyecto hospitalario, curar y cuidar incorporando los progresos de la técnica a una atención humana según dicha comprensión integral de la persona en cualquier situación de su existencia.

Nuestro trabajo por la salud conlleva la defensa de la vida, la asunción y superación de la patología, el combate contra el dolor y el sufrimiento, el tratamiento humano frente al uso desproporcionado de los medios terapéuticos y la promoción positiva de la salud.

Más aún, nuestra cultura hospitalaria promueve la atención necesaria para hacer de nuestros centros y estructuras, de nuestros servicios y procedimientos, ámbitos sanos y sanantes. Incluye también el cuidado de la salud en todos los que trabajan o colaboran en nuestros proyectos.

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