La renovación de los votos de nuestra hermana Deena John en la Comunidad de la Clínica SAN MIGUEL (MADRID) es para nosotros un motivo de alegría, un día para la alabanza.
Hoy es un día para la alabanza y la acción de gracias. Comenzamos la oración de la mañana con la renovación de votos de consagración hospitalaria de nuestra hermana Deena.
Un acontecimiento especial para ella y para todas nosotras, en la que hemos dado gracias a Dios por su llamada y por su respuesta a seguirle en el camino de la hospitalidad y al servicio de los enfermos sus vivas imágenes.
Dios la llama por su nombre y le encarga la misión de ser mensajera de la hospitalidad allí donde las personas necesitan el cuidado, el amor y la misericordia ejercida desde el carisma hospitalario.
Una celebración que aunque vivida dentro de nuestra situación actual de confinamiento, nos ha permitido sentirnos unidas a cada hermana de la Congregación y a dar gracias a Dios por cada una de nosotras.
Nuestra oración, y recuerdo para tantas personas en nuestro país y en el mundo entero están sufriendo a causa de la pandemia. Que Dios padre de misericordia permanezca junto a nosotros, acoja a los que han muerto, sane a los enfermos y no aparte de nosotros su compasión.