El pasado domingo 6 de Agosto concluyó la Jornada Mundial de la Juventud 2023 en Portugal. Miles de Jóvenes de diferentes nacionalidades han recorrido las calles de Lisboa para vivir esta Jornada repleta de Eucaristías, actividades, eventos, encuentros con el Papa y momentos de oración, una experiencia que recordarán toda su vida.
Un grupo de Jóvenes Hospitalarios ha acudido a la capital portuguesa para vivir esta Jornada tan enriquecedora. Desde Hermanas Hospitalarias hemos querido acompañar este acto y vivirlo a través de diferentes testimonios de aquellas personas que han vivido en primera persona este acto, quienes, con sus palabras, nos han logrado recrear el sentimiento y la vivencia de esta Jornada.
Anna Kha, Juniora de 7º año de Vietnam.
«Estoy muy feliz de participar en la JMJ y también es la primera vez que participo en una JMJ. Durante mi estancia aquí, he visto que la fe de los jóvenes del mundo sigue siendo fuerte y su amor por Dios también. Lo que nos trajo aquí, lo que resuena en mi es la forma en que los jóvenes oran. Realmente pone su corazón y no les importa lo que está alrededor, eso me emociona mucho.
Después de esta JMJ espero con ansias que el entusiasmo de los jóvenes inspire a otros jóvenes y hará que la JMJ cada vez sea un acontecimiento más contagioso y puedan conocer a Cristo.»
Teresa Hoa, Juniora de la Congregación de hermanas Hospitalarias.
«Soy de Vietnam. Disfruté mucho este viaje, para mí este es un regalo especial que recibí de Dios y de la Congregación. Esta es la primera vez que participo en una actividad tan grande. Estoy muy feliz de estar con los jóvenes en JMJ de este año, siempre están llenos de energía. He tenido muchas experiencias interesantes y significativas con jóvenes que asisten a la Eucaristía, actividades y comparten espacios de oración. He visto su fe y amor fervientemente a Dios a la Iglesia con papa Francisco.»
Elizabeth Varela, Honduras.
«Llevo 6 años viviendo en España y aunque las iglesias las encuentras en cada esquina, me había alejado mucho de mi relación con Dios, estaba físicamente pero espiritualmente esa conexión la había perdido, para mi vivir esta JMJ ha sido una reconciliación con Dios después de haber caminado por un bosque espeso donde no encontraba el camino, fue darme cuenta de lo mucho que le necesito en mi vida y que sin Dios no soy nada.
Nos hablaron de la misericordia y del pecado, pero lo que más me marcó ese día es algo que nos pasa a todos, normalizar el pecado y vivir en él, me hizo reflexionar de las cosas que he normalizado y que me mantenían alejada de Dios. Otra cosa que fue importante para mi fue recordar de donde viene esta parte de mi, de entregarme sin medida a los demás, que si alguien me necesita allí estoy y lo doy todo.
El jueves por la tarde el Papa Francisco en su discurso dijo las palabras claves: “Porque único es el latido de Dios por ti. Sean días en los que grabemos en el corazón que somos amados como somos. No como quisiéramos ser, como somos ahora”. Entender que he cambiado, que ya no soy esa chiquilla que lideraba y que siempre estaba activa en los grupos de jóvenes, que ya nada volverá a ser como antes, porque creía que Dios amaba solo esa versión de mí, entendí que Dios me ama ahora tal cual soy y que personalmente quiero más de ese amor por lo que quiero mejorar cosas en mi vida.»
Alejandro Parra Tenorio, Málaga.
«Si tuviera que definir esta primera etapa del peregrinar, me quedaría con “hospitalidad”, nos hemos sentido como en casa en los distintos centros que hemos visitado, una acogida y un trato cálido y amable, siempre atentos a nuestras necesidades. Quiero agradecer tanto a los hermanos como a las hermanas por esta acogida, pero especialmente a las hermanas de la casa de Idanha que acogió al grupo de jóvenes hospitalarios de España los once días que estuvimos en Portugal y que estuvieron atentos hasta al más mínimo detalle.
Propiamente las jornadas mundiales de la juventud, las he vivido con mucha intensidad, poder compartir mi fe con más de un millón y medio de personas es algo que me desborda, saber que el Señor nos llama a todos a ser uno en el amor y esto se reflejaba en la alegría y el cariño que se respiraba en las calles, en la parada del autobús, en las catequesis, en las oraciones, etc… Para mí ha sido muy importante los mensajes del Papa, todavía resuenan estas frases en mi corazón: “a los ojos de Dios somos hijos valiosos” y “en la Iglesia hay espacio para todos”. En un encuentro con organizaciones que ayudan a las personas más necesitadas el Papa puso el ejemplo de san Juan de Dios, como vivió la hospitalidad y la dio a todos sin distinción. Como joven hospitalario en esta jornada he sentido como el Señor me impulsa a seguir los pasos de María Josefa, María Angustias, san Juan de Dios, san Benito Menni y tantos otros que han dado y dan su vida por llevar a Jesús a los demás practicando la hospitalidad.»
Sor Mª Cristina Santiago, Hermana Hospitalaria.
«Han sido unos días llenos emoción y euforia, pero también de reflexión y oración. Celebrar la ALEGRÍA de la fe y de la Iglesia joven universal, fomentando un encuentro íntimo con Jesucristo.
El espíritu de Lisboa 2023 seguirá resonando en nuestros corazones con las palabras que el Papa Francisco ha marcado en nuestros corazones y que hoy siguen resonando con mucha fuerza.
«La Iglesia es de todos» «La alegría es misionera» “En la vida, nada es gratis. Todo se paga. Sólo hay una cosa gratis: el amor de Jesús”.
Que el legado de la JMJ Lisboa 2023 nos inspire a ser la generación que marca la diferencia, llevando el mensaje de Jesús a cada rincón del planeta y siendo portadores de luz en medio de la oscuridad.
«El único momento en el que es lícito mirar a una persona de arriba a abajo es para ayudarla a levantarse».
Palabras que nos tocaron el corazón y que desde nuestro Carisma de Hospitalidad nos reta a seguir comprometiéndonos por la persona con sufrimiento como lo hicieron nuestros Fundadores.
Un “Obrigado” a toda la organización y a tantos voluntarios que se han entregado para hacer posible que todos nosotros pudiésemos disfrutar de esta JMJ 2023 de Lisboa, que ya permanece en nuestra memoria como casa de “hospitalidad y ciudad de sueños».»
La JMJ finalizó con una misa en la que el Papa reunió a más de un millón y medio de jóvenes donde envió un importante mensaje: A todos los jóvenes, «que son el presente y el futuro, a todos les digo, no tengan miedo».
Tras este mensaje, se anunció la celebración de la próxima Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar en Seúl el próximo 2027.