Hermanas Hospitalarias España ha realizado un estudio donde analiza la información recogida de las personas atendidas en recursos hospitalarios y comunitarios de rehabilitación psicosocial especializados en salud mental pertenecientes a la Institución entre 2011 y 2018 haciendo una diferenciación por género. Una de las principales conclusiones de este análisis es que la perspectiva de género continúa siendo una asignatura pendiente en el ámbito de la salud mental.
Hermanas Hospitalarias España ha desarrollado en 2018 el Programa estatal de investigación y difusión “Igualdad y cohesión social para las personas con necesidades de atención integral sociosanitaria”, contando para ello con el apoyo del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar social.
A través de este programa se ha llevado a cabo un análisis de los datos asistenciales y sociodemográficos incorporados al sistema de información de Hermanas Hospitalarias en el periodo 2011-2018,con el objetivo de estudiar la realidad actual de los recursos, tanto hospitalarios como de rehabilitación psicosocial, de Hermanas Hospitalarias, entre otras variables desde un enfoque de género, centrándose en cómo éste influye en el colectivo de personas con enfermedad mental y discapacidad intelectual en base a variables socioeconómicas tenidas en cuenta como el empleo, la vivienda o la educación.
Una de las principales conclusiones obtenidas de este análisis es que el porcentaje de hombres atendidos en estos recursos supera significativamente al de mujeres, tanto anualmente como en total, en el caso de las Unidades de media estancia y de todos los recursos de rehabilitación comunitaria, tanto Diurnos como Residenciales.
Estos datos plantean que, tal y como afirma el estudio Diagnóstico sobre la situación frente a la igualdad de mujeres y hombres, publicado por la Federación de Euskadi de Asociaciones de familiares y personas con enfermedad mental (FEDEAFES) en 2014,los recursos, los servicios y los programas dirigidos a la atención de personas con enfermedad mental atienden un mayor porcentaje de hombres, cuando este tipo de trastornos mentales afectan por igual a hombres que a mujeres.
Si bien, nuestros datos distan de lo que se refleja en su estudio donde afirman que, concretamente, se atiende al doble de hombres que de mujeres. Según nuestros datos, las mayores diferencias a favor de los hombres se dan en las Unidades de media estancia o de Rehabilitación y Tratamiento Psiquiátrica (UHTR) (37% vs 63%), en los Centros de Día de Soporte Social (CD)(37% vs 63%), en los Centros de Rehabilitación Laboral (CRL) (31% vs 69%) y en las Pensiones Supervisadas (Pens Sup) (34% vs 66%), mientras que en el resto de recursos estas diferencias no superan el 60% vs 40% a favor de los hombres. En este caso, la diferencia propuesta por FEDEAFES (2014), únicamente se da en los Centros de Rehabilitación Laboral (CRL) (31% vs 69%).
El hecho de que el porcentaje de hombres y mujeres esté igualado en la atención en Unidades de Hospitalización Breve(UHB) y, sin embargo, sean siempre superiores a favor de los hombres en el caso de las Unidades de Rehabilitación y Tratamiento Psiquiátrica (UHTR) y de los recursos de rehabilitación Diurnos o Residenciales, lleva a pensar que las necesidades son las mismas en ambos géneros. Si bien, como propone FEDEAFES(2014), el número de mujeres que se benefician de los recursos de rehabilitación son inferiores.
Algunas de las razones que explican esta situación ya las apuntó FEDEAFES y siguen vigentes en 2019, nos referimos al rol tradicional femenino, que vincula a la mujer al trabajo doméstico, el papel delas familias, que las sobreprotegen y las impulsan en mayor medida a quedarse en casa, el escaso nivel de empoderamiento de las mujeres con enfermedad mental, que les impide percibirse como sujeto de derechos, el hecho de que los recursos estén diseñados atendiendo a un patrón de necesidades masculino,centrado en el autocuidado básico, mientras que ignoran los requerimientos más sofisticados de cuidado femenino, centrados en lo emocional y en lo relacional o la posible existencia de diferentes sensibilidades hacia las mujeres y los hombres en los centros de derivación, que tenderían a percibir como menos problemático que las mujeres con enfermedad mental se queden en casa.
Aunque los datos aquí expuestos son meramente descriptivos y aún no se han llevado a cabo análisis específicos destinados a comprobar la significancia de los mismos, sí que sirven como un primer diagnóstico de la situación que impulse la realización de estudios de mayor envergadura y al mismo tiempo para promover diferentes estrategias destinadas a poner de relieve el derecho de las mujeres a acceder a este tipo de recursos.
Las conclusiones de este estudio se compartirán en grupos de trabajo con nuestros usuarios e igualmente importante será contar con la participación de las familias y los profesionales, que son otra parte implicada directamente.