El domingo día 2 de febrero celebramos la Jornada Mundial de la Vida Consagrada. Bajo el lema promovido por CONFER «La vida consagrada con María, esperanza de un mundo sufriente» se nos invita a caminar con Ella como primera discípula. A su lado queremos acoger los modos de Dios en nuestra vida; mirar la realidad y descubrir al Dios que nos habita y nos invita a reconocerlo en la persona que sufre y está caída en el camino.
Acoger con María a este Dios que se hace don en nuestra vida, nos lleva no sólo a vivir con esperanza abrazando el hoy y el futuro, sino a ser mujeres que transmiten y contagian esperanza. Una esperanza que se transforma en compromiso cotidiano con el sufrimiento de nuestros hermanos y que anuncia con sencillez la cercanía de Dios. «De su firmeza y perseverancia al pie de la cruz aprendemos a permanecer hasta el final junto al enfermo» (Constituciones 68).
Que celebrar la Jornada Mundial de la Vida Consagrada sea para nosotras, hospitalarias, ocasión de renovar la experiencia de agradecimiento al Señor que nos llama a ser cauces de misericordia en el mundo.
