El Hospital San Rafael de Hermanas Hospitalarias de Barcelona ha ideado y puesto en marcha recientemente un programa de ejercicio físico dirigido a los pacientes ingresados con Covid-19. El objetivo es que estas personas, la mayoría, de edad avanzada y que llevan muchos días encamadas, puedan empezar a recuperar la movilidad y la fuerza que tenían antes de enfermar.
Así, se confeccionaron dos audiovisuales con ejercicios sencillos de intensidad leve y moderada que, bajo prescripción facultativa. La persona puede realizar este ejercicio físico en su habitación, visualizándolos desde la pantalla situada a pie de cama, con la supervisión de una enfermera, en caso de que sea necesario.
Se trata de una iniciativa del Servicio de Rehabilitación del Hospital San Rafael, en concreto, de la doctora Daniela González, adjunta del servicio, quien, desde hace unas tres semanas está colaborando con el Servicio de Medicina Interna atendiendo a pacientes con coronavirus. “Cuando entraba a las habitaciones veía que muchas de las personas ingresadas, a pesar de estar estables clínicamente, casi no se movían en todo el día, con la consecuente debilidad muscular y pérdida de funcionalidad que ello conlleva”, explica la Dra. González. “En otro contexto, los pacientes que tienen que permanecer encamados durante días pueden mejorar su condición física mediante tratamiento fisioterapéutico, pero la situación actual dificulta que se pueda llevar a cabo esta actividad”.
Como solución a esta problemática, se grabaron dos audiovisuales de ejercicios, con pautas escritas y sonoras y la práctica de los diferentes movimientos por parte de una fisioterapeuta del Centro. Uno de los vídeos es de intensidad suave y se dirige a aquellos pacientes con determinadas limitaciones a la hora de desplazarse, y el otro, de intensidad moderada, está indicado para las personas más autónomas.
Ganar movilidad, fuerza y estabilidad para volver al domicilio
Los ejercicios que se recomiendan para estos pacientes tienen la finalidad de ayudarles a ganar movilidad y fuerza en brazos y piernas, así como estabilidad, en aquellos que puedan realizar los de intensidad moderada. Según la condición física de cada persona, la serie de ejercicios se puede llevar a cabo una o dos veces al día.
Además del efecto positivo del ejercicio físico sobre el aparato locomotor, se busca mejorar el estado anímico del paciente. Un paciente que se encuentra en una situación de aislamiento social durante un periodo más o menos largo.
Según la adjunta del Servicio de Rehabilitación del Hospital San Rafael, es “esencial” que el paciente no pierda el grado de autonomía que tenía antes de ingresar. “Si no se toman medidas para minimizar el deterioro global del individuo, se puede dar el caso de que una persona que era totalmente funcional, cuando sea dada de alta y vuelva a su domicilio, tenga que depender de terceros para realizar las actividades de la vida diaria”, alerta.
Tras una semana de funcionamiento del programa ejercicio físico Covid-19, la valoración de la iniciativa por parte de los pacientes es muy buena. “Son unos ejercicios muy prácticos, que me sirven tanto de distracción como de relajación, y que me permiten moverme, dado que me paso gran parte del día sentada”, asegura Rogelia, que llevaba ingresada 17 días y ayer fue dada de alta. Además de los beneficios a nivel muscular, esta paciente ha notado una mejora sustancial a nivel de respiración. Rogelia también explica que, como que se ha aprendido los ejercicios de memoria, los seguirá haciendo fuera del Hospital.
Aunque este programa de ejercicio físico Covid-19 nació a fin de mejorar la calidad de vida de éstos pacientes ingresados, en un futuro próximo el Hospital San Rafael tiene previsto adaptarlo y hacerlo extensivo a todos los pacientes ingresados.
Un Servicio de Rehabilitación diferenciado
El Servicio de Rehabilitación del Hospital San Rafael tiene como puntos diferenciales la estrecha relación con la comunidad, a partir, por ejemplo, de la organización de talleres de cocina, y charlas sobre salud y enfermedad. En la línea de promover acciones de prevención y promoción de la salud en el ámbito comunitario, trabaja de la mano de atención primaria para la prescripción médica de ejercicio físico.
Asimismo, destaca por ser referente en el tratamiento de las secuelas de la poliomielitis y pionero, en 2006, en la aplicación terapéutica de la marcha nórdica. También es el primer Servicio en Cataluña que ofrece tratamiento con ondas de choque para determinada patologías del aparato locomotor.