HERMANAS HOSPITALARIAS PARTICIPA EN LUCES DE LA CIUDAD

Ayer 7 de febrero, desde Hermanas Hospitalarias participamos con gran alegría la iniciativa de Luces en la Ciudad, acongiendo a un grupo de jóvenes de la Parroquia San Juan Bautista  y a otro de la Parroquia de Santa María del Parque.

Luces en la ciudad es una iniciativa puesta en marcha por la Vicaría Episcopal de la Vida Consagrada y la Delegación Episcopal de Jóvenes con el objetivo de que la juventud sea consciente de la gran labor que lleva a cabo la vida consagrada en Madrid.

El viernes fue un día especial para la Iglesia de Madrid, un día en el que se sale al encuentro, en el que se busca y en el que se dialoga.

“San Alberto Hurtado decía que «ser apóstoles no significa llevar una insignia en el ojal de la chaqueta; no significa hablar de la verdad, sino vivirla, encarnarse en ella, transformarse en Cristo. Ser apóstol no es llevar una antorcha en la mano, poseer la luz, sino ser la luz […]. El Evangelio […] más que una lección es un ejemplo. El mensaje convertido en vida viviente»” (Christus Vivit, capítulo 5, 175)

¿Quién puede dar la luz de Cristo?

Eran las 18:15 y las hermanas de la Comunidad de San Miguel ultimaban los preparativos para acoger a esos jóvenes desconocidos que acudían a su casa. Nerviosas y felices esperaban la llegada de la Juventud buscadora. Búsqueda que ellas mismas han hecho durante toda su vida.

Buscar a Cristo en las realidades que nos rodean es natural para un cristiano y precisamente esa búsqueda es la que da luz en la oscuridad. Es reflejo de una luz inmensa. Los cristianos somos lunas que brillan por la noche reflejando la luz del Sol…

Los jóvenes fueron llegando, y se dialogó sobre la Congregación, el trabajo de las hermanas y de tantos trabajadores laicos que, en lo más profundo de sí mismos pueden afirmar ser “hospitalarios”. Se habló de la historia, de la vocación, de Dios en y con el que sufre, de motivaciones, misión y tantos otros temas que recuerdan a una cosa: La luz de Cristo ayer y hoy.

Somos lunas en la noche que reflejan la luz del Sol

Estos chicos y chicas se fueron después a visitar otras comunidades y para finalizar la noche todos nos unimos en la Oración de la Catedral de la Almudena. Ellos se fueron, pero se llevaron un poquito de nuestra luz y nosotros nos quedamos con algo de la suya (acaso la misma, al fin y al cabo).

Nos sentimos movidas a agradecer a estas Parroquias que no se conforman, a la Vicaría que decide dar la posibilidad de estos actos, a los jóvenes en camino y a dar gracias a Dios por el carisma hospitalario que mueve montañas.

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