Hoy celebramos la festividad de San Juan de Dios, un hombre que dedicó su vida al cuidado de las personas enfermas en el siglo XVI. Una vocación que descubrió cuando, con 43 años, por una conducta en la calle, fue ingresado en un manicomio. Al poco tiempo le dejan libre al valorar que no era un enfermo mental, pero esa experiencia le marcó definitivamente al comprobar cómo eran tratadas las personas con enfermedad mental de la época.
Atendía a todos los enfermos que encontraba; su fuerza va contagiando a otras muchas personas que se suman a la causa y muchos bienhechores acogen en sus casas a los enfermos que cuidaba San Juan de Dios y poco a poco va creando algunos centros hospitalarios. Este es el nacimiento dela Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en la segunda mitad del siglo XVI a quienes desde aquí felicitamos en su festividad. Este es también el germen del nacimiento de nuestra congregación, las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, en el siglo XIX.
Un santo que gracias a su ejemplo empezó a crear un mundo mejor y más acogedor con aquellas personas con trastornos mentales que eran descartadas y tratadas deshumanizadamente en el S XVI, y que hoy en pleno siglo XXI nuestra sociedad aún ha de recorrer un camino para ser más inclusiva y solidaria con todos los ciudadanos y especialmente con aquellos más vulnerables.
Desde Hermanas Hospitalarias le recordamos y felicitamos a la gran Familia Hospitalaria que formamos.
¡Feliz día de San Juan de Dios!