El Hospital Mare de Déu de la Mercè de Hermanas Hospitalarias organiza una gala solidaria, el 18 de noviembre, a las 20 h, en el Teatre Condal de Barcelona, para recaudar fondos para el proyecto CHĂM SÓC, a través del musical Nata azúcar glass: Un musical de tot cor. Este proyecto, que se impulsa desde el Centro, tiene como objetivo realizar la rehabilitación completa y equipar el Centro San Benito Menni en Chu Hai, Vietnam.
La recaudación de esta gala solidaria nos ayudará a hacer realidad la reforma del edificio de Chu Hai (Vietnam), que va a permitir atender mejor las necesidades básicas de los usuarios del centro –niños con discapacidades y sin familias que puedan atenderles, fundamentalmente–. “El presupuesto necesario para esta obra es de 261.730 euros, que, como institución sin ánimo de lucro que somos, no podemos asumir solos. Por ello, hemos organizado esta primera gala benéfica, porque necesitamos el máximo apoyo de todos aquellos que puedan ayudarnos a acercarnos a este objetivo. Reunir de forma lúdica, en una tarde de teatro musical en familia, a todas las personas que quieran participar nos pareció una buena manera de agradecerles su ayuda y dar visibilidad al proyecto y a este apoyo. Hemos habilitado también unas entradas de fila cero para aquellos que no puedan asistir a la gala pero también deseen ayudarnos en el proyecto”, explica José Roman, director gerente del Hospital.
Un musical de todo corazón
Nata azúcar glass: Un musical de tot cor narra la historia de Jenna Hunterson, una joven camarera atrapada en un matrimonio sin amor y en una vida monótona. A través de su pasión por la repostería, Jenna encuentra una vía de escape y lucha por recuperar sus sueños y reanudar las riendas de su vida. Basado en la película Waitress (2007) y con canciones de Sara Bareilles, el musical promete resultar un viaje emotivo e inspirador. La dirección musical corre a cargo de Gerard Ibáñez, la dirección escénica de Lluís Parera y la coreografía de María Torrescusa y Salva López, a través de la academia Dance School y el apoyo de VEU, Barcelona Music Experience.
“Realizamos un llamamiento a la solidaridad y os animamos a acompañarnos en esta primera gala solidaria (Vietnam), una oportunidad única para disfrutar de una noche especial mientras ayudamos a quienes más lo necesitan. Desde nuestra responsabilidad asistencial, necesitamos asegurar que las condiciones del Centro San Benito Menni en Chu Hai son las necesarias para ofrecer una atención de calidad a esa población infantil tan vulnerable”, explica Isabel Haro, directora de Enfermería del Hospital Mare de Déu de la Mercè.
Pueden adquirir sus entradas para asistir a la gala solidaria en favor de Vietnam o entradas de fila cero para realizar aportaciones solidarias sin asistir a la gala en el siguiente enlace: https://www.dinaticket.com/es/provider/20103.
El Proyecto CHĂM SÓC
El proyecto CHĂM SÓC se centra en la reforma integral de las instalaciones del centro que Hermanas Hospitalarias gestionan en Chu Hai, Vietnam. Este espacio acoge y brinda atención a niños y niñas huérfanos con discapacidad intelectual, así como a otros colectivos en situación de vulnerabilidad y exclusión social. La recaudación del evento se destinará íntegramente a dicha rehabilitación, necesaria para que el centro se halle en las condiciones óptimas y así poder mejorar las condiciones de vida y atención de esos menores.
El Centro San Benito Menni en Chu Hai acoge a unos sesenta niños y niñas huérfanos con discapacidad intelectual y a unos sesenta usuarios de otros perfiles vulnerables, con la asistencia de una treintena de profesionales que se enfrentan a necesidades de medicación, alimentación y asistencia, material de rehabilitación, cuidados y ayuda técnica. Consta de un centro escolar, una casa de curas y el centro de asistencia y residencia propiamente.
CHĂM SÓC tiene como objetivo recaudar recursos económicos para rehabilitar esa unidad del Centro San Benito Menni en Chu Hai, cuyas instalaciones se encuentran deterioradas y no permiten ofrecer una atención adecuada. Hasta el momento, la asistencia ha sido posible gracias a las ayudas recibidas por parte de la congregación de Hermanas Hospitalarias y a donativos privados. Pese al esfuerzo diario del personal local, fundamental para mantener esas actividades, a través de iniciativas como el cultivo agrícola, no es suficiente. Y en el punto en el que se encuentran ahora las instalaciones, es necesario darle un impulso y adecuarlas al estado que necesita la actividad que desarrollan los profesionales que atienden a esos menores.