“Un día espléndido: por la temperatura y el calor humano, por la participación e implicación, por la afluencia de familiares, ex usuarios, voluntarios y amigos. La verdad es que se está haciendo muy popular esta fiesta de san Miguel. Claro, que no ha llegado de improviso; llevábamos tiempo aportando ideas de todos, creando, buscando darle un tono agradable, acogedor, especial y así ha resultado.
Todo era alegría por los pasillos dándonos los buenos días y felicitándonos “feliz día, feliz día… “ Era nuestra fiesta, la de todos.
En el marco de este jardín, lleno de banderitas y guirnaldas rezumando la ilusión de los usuarios que las colgaron, a las 11h se celebraba la eucaristía. Como siempre mucha participación: lecturas, ofrendas, canciones y voces conocidas y de otros países. Fue un momento íntimo, vivido en familia y cada cual desde su fe.
Bueno, a continuación ¡qué decir! Las actuaciones de llenas de experiencias, fantasía, música, color… Una maravilla. Y, al momento aquél escenario se convirtió en un restaurante al aire libre lleno de mesas sillas, platos y sobre todo la PAELLA. Umm ¡qué rica! Hasta repetimos. Un ¡viva! a los paelleros de Ciempozuelos que la guisan cada año.
Después de un descanso, ya se sabe, la tómbola, los mercadillos y, al son de la orquesta, toda la tarde moviendo el esqueleto: media vuelta, vuelta, brazos arriba…. hasta que el cuerpo aguantó. Mientras, entre el numeroso grupo de participantes, tiempo para la escucha, el apoyo, el consuelo, las confidencias ¡Hay tanto que contar y compartir!
Guardamos el recuerdo de un día entrañable, especial, muy de todos y para todos.
Adiósssss, hasta el próximo san Miguel.”
Sor Carmen Ugarte